CAPACIDADES VISOESPACIALES

Hoy vamos a seguir con esta serie de artículos dirigidos a hablar de lo que son las funciones cognitivas, tan importantes en el ámbito de trabajo de la neuropsicología.

En entradas anteriores vimos ya dos de estas funciones: la orientación y la atención. En esta ocasión, vamos a seguir avanzando y hablaremos de las habilidades visoespaciales.

Éstas son muy útiles en nuestro día a día. Gracias a ellas podemos reconocer un coche cuando lo vemos y asimismo cualquier otro objeto, persona o lugar. También podemos calcular la distancia que hay entre dos cosas, como por ejemplo el espacio que tenemos para aparcar, o imaginar un sitio o dirección sobre los que nos están hablando. Por no hablar de que esta capacidad nos permite dirigirnos de un punto de la ciudad a otro, sin perdernos. Digamos que es como tener un GPS en la cabeza, que nos indica por dónde ir.

Por supuesto, mantener activa y estimular esta capacidad es necesario. En nuestro día a día lo hacemos de una manera natural, pero cuando hay un deficit o un trastorno, la neuropsicología se encarga de su recuperación y/o mantenimiento.

A continuación vamos a ver en qué consiste esta habilidad con más detalle. 

Podemos decir que esta capacidad consiste en una serie de mecanismos que garantizan el procesamiento de la información que entra a través de nuestros sentidos (Benedet, 2002) de modo que nos permite reconocer y discriminar los estímulos percibidos. También nos ayuda a interpretar, atribuir y asociar lo que vemos a ciertas categorías ya conocidas e integrarlo al conocimiento que ya poseemos (Gemma Ortega, et al, 2014). Por ejemplo, cuando vemos un coche, sabemos que es un medio de transporte (categoría), que sirve para viajar, que funciona con combustible, que hay diferentes modelos, etc. (conocimientos que ya poseemos)

Hay dos áreas a diferenciar en esta capacidad, por un lado se encarga del procesamiento de objetos y por otro del espacio (Benedet, 2002). La integración de ambos nos permite saber identificar un objeto y situarlo en el espacio (Ungerleider y Mishkin, 1982). Vamos a ver ambos procesos por separado.

 

EL PROCESAMIENTO DE LOS OBJETOS O PERCEPCIÓN VISUAL

La percepción visual es la forma de interpretar y entender la información que se ha recibido a través de la vista. Esto implica la decodificación cerebral y la búsqueda del sentido de la información que se recibe para así poder utilizarla o almacenarla en nuestra memoria (Fuenmayor y Villasmil, 2008).

Este procesamiento consta de tres fases: el procesamiento de la información visual, el reconocimiento de los objetos y la identificación de éstos (Benedet, 2002). 

 

El procesamiento de la información visual

Inicialmente se genera un análisis inicial del estímulo que se centra en las características sensoriales básicas: la forma, el color, la profundidad y el movimiento. En nuestro ejemplo del coche, en un primer momento se lleva a cabo el procesamiento del color, la aerodinamica, si tiene lineas suaves o deportivas, la velocidad cuando está en movimiento, etc.

Cuando este procesamiento está intacto, la persona puede emparejar dos imágenes idénticas o detectar una imagen diferente entre varias iguales. También puede copiar directamente o de memoria. Cuando hay alguna alteración, la persona no puede describir ciertas características básicas del objeto como el color, la textura o la forma; tampoco puede detectar las diferencias de los objetos si éstas los son en las dimensiones sensoriales con las que la persona tiene problemas procesando. Siguiendo con el ejemplo del coche, pueden aparecer dificultades a la hora de decir de qué color es, si es igual o diferente a otro coche, etc.

Procesamiento perceptual o reconocimiento de los objetos

En segundo lugar, la persona, tras procesar la información básica, lleva a cabo la identificación del objeto que se está viendo como ya conocido (reconocimiento) y lo diferencia de los que no son conocidos. De este modo, si seguimos con nuestro ejemplo, una persona verá un coche y podrá decir qué modelo o marca es, siempre y cuando tenga esta categoría almacenada.

Un procesamiento correcto permite reconocer objetos desde diferentes perspectivas, así, siguiendo con nuestro coche, lo reconoceremos aunque lo veamos desde la parte delantera, la trasera o la lateral. Sin embargo, un déficit en este procesamiento llevaría a que la persona no lo reconozca.

 

Procesamiento semántico o identificación de los objetos

Una vez reconocido el objeto, se le asigna una identidad, asociandole un significado y una función. La persona que puede realizar la identificación de los objetos correctamente es capaz de realizar todo lo anteriormente dicho y además puede indicar de qué objeto se trata y para qué sirve, mientras que si tiene problemas en esta fase, no podrá realizar correctamente ninguna de estas tareas (Benedet, 2002). Es decir, que, una vez más, si hacemos referencia al ejemplo del coche, podrá decir que es un medio de transporte y que sirve para viajar.

EL PROCESAMIENTO DEL ESPACIO

El procesamiento espacial puede dividirse en: procesamiento del espacio intrínseco (el esquema corporal) y el del espacio extrínseco (el espacio que nos rodea) (Benedet, 2002)

 

 

El procesamiento del espacio intrínseco

El esquema corporal es una representación mental estructurada del propio cuerpo. Nos da una referencia para organizar el espacio y la ubicación de los objetos en él y nuestros movimientos (Benedet, 2002).

Dentro del procesamiento intrinseco existen dos tipos de procesos (Buxbaum y Coslett, 2001):

El procesamiento espacial extrínseco egocéntrico

Aunque el nombre puede llevarnos a confusión, este proceso forma parte del procesamiento del espacio intrinseco. Nos proporciona información dinámica de dónde se ubican los objetos con respecto a nuestro cuerpo. Es necesario para conocer la orientación o la ubicación de los objetos, para planificar cualquier acción sobre ellos y/o para imitar gestos.

El procesamiento espacial intrínseco

Nos proporciona información dinámica sobre la posición de las distintas partes de nuestro cuerpo en el espacio a lo largo del tiempo. Participa en la planificación de todo movimiento corporal que se lleva a cabo con un propósito.

Si esta función está alterada se producirán problemas de negligencia (déficit de la atención a una parte del cuerpo que puede no ser reconocida ni utilizada), el fenómeno del miembro fantasma, los déficit de conocimiento de la topografía del cuerpo o de una de sus partes, no pudiendo señalar las diferentes partes de su cuerpo bajo orden, y los déficit de orientación derecha/izquierda (Benedet, 2002)

 

El procesamiento del espacio extrínseco

En esta área hay que tener en cuenta tres aspectos:

Percepción de la ubicación de los objetos

Se refiere al lugar dónde están los objetos y la distancia y la dirección en que se encuentra ese lugar respecto a nosotros. De este modo, los objetos pueden estar a la derecha o a la izquierda con respecto a: nosotros, el espacio u otros objetos.

La persona que tiene alterada esta función no logra ubicar los objetos de modo que actuará igual que una persona ciega, ayudándose del tacto para localizar las paredes y todo tipo de objetos contra los que, de otro modo, chocaría.

Percepción del movimiento

Consiste en la apreciación del movimiento de los objetos, de forma que si no se realiza correctamente, los objetos se percibirán solo mientras están quietos, pero no cuando están en movimiento.

Percepción del espacio propiamente dicho

Se trata de la capacidad de inspeccionar adecuadamente el espacio visual, de modo que el sujeto pueda determinar el número de estímulos presentes a la vez en un campo visual; la capacidad de determinar la orientación de una línea en el espacio; la capacidad de determinar si una marca en un objeto está situada en el mismo punto que una marca idéntica en otro objeto; la capacidad de determinar sólo visualmente si una pieza encaja en otra y la capacidad de contar correctamente los cubos presentes en una construcción tridimensional (Benedet, 2002)

 

ALTERACIONES DE LA CAPACIDAD VISOESPACIAL

Tras una lesión cerebral o proceso neurodegenerativo, pueden aparecer trastornos en esta capacidad visoespacial como los que hemos ido viendo a lo largo de este artículo.

Estas lesiones pueden deberse a diversas causas, entre ellas: traumatismo craneoencefálico (TCE), ictus, demencia, intoxicación por monóxido de carbono u otros desórdenes neurológicos.

 

ESTIMULACIÓN Y/O REHABILITACIÓN DE LA CAPACIDAD VISOESPACIAL

Cuando hay alteraciones en esta habilidad es muy importante saber en qué eslabon, fase o proceso concreto, de todos los que hemos visto, se produce el deficit, para así poder llevar a cabo una correcta intervención.

La neuropsicología es la que se encarga de estimular esta función o rehabilitarla. Para ello hay una gran cantidad de actividades. Por ejemplo, para trabajar la percepción visual se pueden presentar diferentes estímulos (caras de personas, objetos, etc) y que los describa, los identifique, los categorice y hable de las características y funciones del mismo. Por otro lado, para trabajar el procesamiento espacial se pueden mostrar figuras desde diferentes perspectivas para que la persona las rote mentalmente y empareje las que sean iguales. Pero como ya he dicho, esto son solo un par de ejemplos entre una gran cantidad de posibilidades.

Hasta aqui la entrada de hoy. Próximamente hablaremos de otra de las funciones cognitivas.

 

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Benedet, M. J. (2002). Neuropsicología Cognitiva. Aplicaciones a la clínica y a la investigación. Fundamento teórico y metodológico de la Neuropsicología cognitiva. Madrid: IMSERSO. ISBN: 84-8446-047-9.

Buxbaum, L. J. y Coslett, H. B. (2001). Spatiomotor aspects of action. En Rapp, B. (Ed.). Handbook of cognitive neuropsychology. Filadelfia: Psychology Press

Ferrer, R. I., Reig, A., Jarque, L, Piqueras, J.A., Herranz, J., Vallejo, E., Albaladejo, N. (2007). Procesos psicológicos básicos. Alicante: Universidad de Alicante. Departamento de psicología de la salud.

Fuenmayor, G. y Villasmil, Y. (2008). La percepción, la atención y la memoria como procesos cognitivos utilizados para la comprensión textual. Revista de Artes y Humanidades, 22, 187-202,

Gemma Ortega, M., Espinosa, A., Ibarria, M., Cañabate,P. y Boada, M. (2014). Valoración de las funciones viso-perceptivas y viso-espaciales en la práctica forense. Revista Española de medicina legal. Vol. 40 (2): 83-85. DOI: 10.1016/j.reml.2013.11.003

Kolb, B. y Whishaw, I.Q. (2009). Neuropsicología Humana. Madrid: Panamericana.

Paterson, A. y Zangwill, O. L. (1944). Disorders of visual space perception associates with lesions of the right cerebral hemisphere. Brain, 67, 331-358

Ungerleider, M. G. y Mishkin, M. (1982). Two cortical visual systems. En Ingle, J., Goodaley, M.A., Mansfield, R.J.W. (Eds.). Analysis of visual behavior. Cambridge, MA: MIT.

 

Atención: todas las imagenes incluidas se han tomado de internet, si alguien desea que sean retiradas, comuniquemelo (contacto) e inmediatamente las retiraré.

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