Normalmente escribo en mi blog artículos que ofrecen información relativamente objetiva sobre algún tema concreto, por ejemplo, ¿qué son las funciones cognitivas?

Es por esto que me gustaría iniciar este artículo aclarando que, en este caso, me voy a alejar de mi tendencia para tratar un tema nada objetivo:

El sueño de los bebes: ¿Cuál es la mejor manera de que los adultos les acompañemos en el desarrollo de éste?

Tras una larga búsqueda de estudios científicos y la lectura de muchos artículos, he llegado a la conclusión de que es prácticamente imposible afirmar algo al respecto con contundencia. Lo que sí me ha quedado claro es que depende de quién escriba el artículo en cuestión o de la tendencia que el autor tenga, podrá encontrar argumentos suficientes para defender una u otra postura.

Hoy en día podemos ver dos vertientes bastante diferenciadas, aunque seguro que hay muchos detalles que me dejo fuera o que existen varias subvertientes, pero en términos generales vemos:

  • Una encaminada a potenciar el sueño autónomo en los bebes mediante entrenamientos basados en métodos conductistas, por ejemplo, el método Estivill.
  • Otra que considera que el sueño saludable se desarrolla con el tiempo y no es necesario ningún tipo de entrenamiento. Ésta suele abogar por el colecho entre otras prácticas

(Para más información sobre estas corrientes, os dejo un enlace a un artículo que he econtrado que basicamente describe unas y otras vertientes: pincha aquí)

Lógicamente hay otros componentes que también intervienen de alguna forma en el desarrollo del sueño y que no hacen si no complicar el tema haciendo imposible llegar a un consenso. Es el caso del apego y la salud emocional del bebe.

De este modo, hay montones de artículos que aseguran que los métodos conductistas de entrenamiento son eficaces y no tienen secuelas a largo plazo mientras que hay otros tantos autores que defienden que, siendo eficaces, sí tienen secuelas a nivel afectivo, generando una sensación en el bebe de inseguridad ante la respuesta de sus cuidadores a sus necesidades, afectando esto al desarrollo y al tipo de apego futuro.

Tras la revisión bibliográfica llevada a cabo, creo que puedo afirmar que lo que sí hace falta es más investigación científica y menos sesgada al respecto que permita facilitar datos a los padres para que estos puedan tomar decisiones a la hora de cómo actuar en determinadas situaciones.

Teniendo todo esto en cuenta, este artículo, más que ir encaminado a dar información sobre el tema, tiene como objetivo recibir información al respecto: información de todos vosotros, los que habéis lidiado con el sueño de vuestros hijos (me gustaría que nos hablarais de vuestra experiencia, de si habéis seguido un método conductista, o si habéis practicado el colecho, o cualquier otra práctica que hayáis llevado a cabo). También quiero escuchar a aquellos que no tenéis hijos pero os interesa el tema, o a los que estudiáis u os dedicáis profesionalmente a este ámbito… vamos, que toda opinión es bienvenida.

Lógicamente se puede generar cierto debate, pero me gustaría pedir a todo el mundo que, por favor, sea siempre desde el respeto.

Muchas gracias por vuestra participación.

 

 

Atención: todas las imagenes incluidas se han tomado de internet, si alguien desea que sean retiradas, comuniquemelo (contacto) e inmediatamente las retiraré.

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7 Responses

  1. Uff buena pregunta… en mi caso he probado e intentado tooodo y nada funciona. Este no se duerme ni cuando esta reventado. Lo unico q nos funciona a veces es obligarlo a dormir, lo cual supone una media de 2 horas del niño llorando y desesperación y agotamiento nuestro…

  2. Por mi experiencia, a cada niño le funciona una cosa. Yo ,el colecho no lo use nunca, porque mi hija mayor no quería estar con nosotros en la cama, prefería estar a sus anchas en su cuna hasta que se dormía, ni siquiera cuando estaba malita. La costaba más dormirse, incluso hoy que ya es mayor, pero preferíamos dejarla llorar hasta que se dormía. Y la otra, era meterla en la cama y aterrizaba ya dormida. Que pena que no tengan manual de instrucciones!!

  3. Por mi propia experiencia como hija diré que el dejar a un niño llorando hasta que se duerma si deja secuelas…Yo lo pasaba realmente mal, era miedosa y me imaginaba todo tipo de escenarios. Mi madre siempre quería enseñarme a dormir dejándome en la habitación llorando, pues además he pasado miedo hasta pasada la adolescencia. Solo había una cosa que me calmaba, y era cuando estaba sola en la habitación y escuchaba el fuerte ronquido de mi padre era como si me sintiera protegida, sabía que él estaba ahí y conseguía calmarme el miedo…Lo bueno de toda mi.historia es que a día de hoy no me molestan los ronquidos de mi marido …
    En cuanto a mi experiencia como madre evidentemente no dejo que llore, empatizo con su llanto y me acurruco a su lado para que no tenga miedo, entonces tarda muy poco en quedarse dormido desde las 23 hasta las 10-11 del día siguiente

    FABULOSO ARTÍCULO

  4. Fabuloso artículo, y solo puedo decir que el método «estivi» me parece el horror!
    Un buen masaje antes de dormir, música relajante, crear una rutina poco a poco. Eso me funciona a mi;)

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