Se trata de una valoración amplia, exhaustiva y minuciosa de todas o algunas funciones mentales superiores:

Atención, lenguaje, orientación, pensamiento abstracto, resolución de problemas y planificación, etc.

El objetivo es conocer cuál es el estado de la persona para poder llevar a cabo un tratamiento correcto.

Está dirigida aquellas personas que precisan un diagnóstico como apoyo a la exploración médica y/o neurológica para valorar un posible deterioro cognitivo tras un daño cerebral.

El resultado de la evaluación neuropsicológica se refleja en un informe donde se presentan los resultados, se describe el estado de las diferentes áreas valoradas y se ofrecen unas recomendaciones de tratamiento y unas pautas a los familiares o cuidadores.